Estimadas/os Colegas,
Mi entrada de hoy
se caracterizará por una cascada de preguntas que en ocasiones han despertado
en mí la complejidad de entrelazar pensamientos y articular vivencias, en torno
al Módulo 3 llamado ¿Qué evalúo?
Comencemos por algo
no tan simple: ¿Qué he aprendido a lo largo del módulo 3?
- ¿Cuáles son los contenidos aprendidos? Permítanme confiarles que fue necesario seguir enriqueciendo mi propio glosario con algunas entradas actualizadas que comparto aquí con Uds.:
- Evidencias de aprendizaje: informaciones relevantes para fundamentar los juicios y decisiones, en el marco de la primera parte del proceso de evaluación. (Anijovich, 2019).
- Criterios de evaluación: las pautas o normas que los docentes tienen en cuenta para la formulación del juicio de evaluación y que fundamentan las decisiones tomadas. Es menester explicarlos, compartirlos y/o construirlos con los estudiantes
- Resultados del aprendizaje: bien identificados nos permiten seleccionar las evidencias de desempeño o de conocimiento.
Me detuve en los asistentes de evaluación y ¡eureka! Allí estaban las rúbricas. No sólo encontré dónde
ubicarlas dentro de mi propia red conceptual significativa -por cierto, en
pleno proceso de construcción-, sino que además estas herramientas prácticas de
la evaluación tomaron vida y sentido en el continente de mis prácticas áulicas.
Aprendí pues que ellas son asistentes de evaluación al igual que su prima cercana: las listas de control o cotejo. Ambas tienen en común la misión de ser “herramientas prácticas o auxiliares de la evaluación” y se distinguen entre sí ya que “las listas de cotejo contienen una lista de criterios o desempeños de evaluación establecidos, en los cuales únicamente se califica la presencia o ausencia de estos mediante una escala dicotómica. Es decir, que acepta solo dos alternativas" mientras que las escalas de valoración y matrices de valoración o rúbricas son “documentos que articulan las expectativas ante una tarea o un desempeño a través de una lista de criterios y la descripción de sus niveles de calidad.”
Mas en ese continente donde deseaba ubicar a las rúbricas (analíticas u holísticas), fue menester asociarlas a una función, a un impacto, a una razón de existir. Recuerden que les confié al inicio, que aprender un contenido sin continente es -a mi modesto parecer- osar entrar en las profundidades de un mar agitado sin saber nadar. ¿Cuál fue esa razón de ser? Pues bien: la “autorregulación, ya que su uso promueve procesos como planear, monitorear y evaluar, requeridos para tomar conciencia metacognitiva y reorientar el propio aprendizaje.”
- Estrategia RUBRIC (cf. Jackson, Cynthia y Larkin, Martha (2002) “Enseñar a los alumnos a usar rúbricas” en Teaching Exceptional Children. Vol. 35 - pp. 40-46. Traducción Marta Libedinsky)
- R: Lea la rúbrica y el material a ser evaluado.
- U: Use la rúbrica para otorgar una calificación inicial.
- B: Invite a un amigo para que lo ayude a evaluar.
- R: Revisen juntos el material.
- I: Identifiquen juntos los puntajes.
- C: Chequeen los puntajes.
Esencialmente
los asistentes de evaluación captaron mi interés por ende mi atención. Hasta que -con gran entusiasmo y no menor
inquietud- escribí la próxima entrada:
- Tweetchat: es un encuentro virtual público en directo, enmarcado en Twitter, en el que un anfitrión convoca a todos los usuarios interesados, para un día y una hora prefijados, con la finalidad de hablar de un tema determinado a través de un hashtag. ( cf. https://twitter.com/TronchaTIC/status/1310557815837208579?s=20 )
Y esta entrada da pie a la próxima pregunta-cascada: ¿Qué es lo que más me ha sorprendido o impactado en este módulo?
Pues sin vacilar
les confieso que fue la experiencia del TweetChat donde se conjugaron diversos
factores además de contenidos, proceso y producto final. Hubo co-participación,
síntesis, reflexión, retroalimentación; hubo @TronchaTIC guiándonos; hubo humor
y hubo adrenalina.
Durante
el Tweetchat la Dire @TronchaTic nos
lanzó la pregunta 9, ¿se acuerdan?
Me puse entonces a tocar la diana y descubrí: ¿Qué son las
Dianas de autoevaluación? Además de ser un mundo de líneas circulares y un
caleidoscopio de colores al servicio de la evaluación.
Ok… más y más herramientas. Sin embargo, para
capitalizar su valor estratégico debía responder al siguiente interrogante: ¿Qué
valor tiene este aprendizaje para mi vida personal o profesional?
- Aprendizaje y formación profesional van de la mano cuando los desafíos de la práctica áulica nos llaman al toque de diana, nos incitan a la acción y nos alertan de nuevas realidades en el horizonte del saber.
- Lo aprendido lo integro a mi bitácora de vida como una herramienta más a ser utilizada, de hecho la rúbrica la experimentaré con mis alumnos este próximo viernes.
- Siempre recuerdo que "si como herramienta sólo tengo un martillo, todos los problemas se consideran un clavo" pero si poseo diversas herramientas, por lo menos tengo la certeza de saber que pueden existir diversas soluciones.
- A cada docente nos corresponde formarnos para saber cuál es la mejor herramienta ante la rica heterogeneidad de cada clase, de cada estudiante, de cada instancia de aprendizaje.
- Aprender a aprender; aprender a enseñar; enseñar a aprender y enseñar a enseñar es una búsqueda permanente en los insondables meandros de la complejidad.
A
propósito de complejidad y heterogeneidad, los autores Roberto O. Páez y Sergio
Di Carlo en un artículo sobre la APROXIMACIÓN
DOCIMOLÓGICA A LA EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS DIGITALES Y DIDÁCTICAS DE
PROFESORES se proponen sistematizar -de
forma no exhaustiva- el heterogéneo y complejo sistema de competencias
didácticas genéricas/básicas y destacan:
a) SABER SER (identidad personal y profesional):
§ Persona formada en un campo disciplinar § Vocación de perfeccionamiento constante y sostenido § Valoración de sus competencias y de sus limitaciones § Comprensión de sus funciones como formador de personas y profesionales.
b) SABER ESTAR (dominio de contingencias y comunicación intersubjetiva):
§ Apertura a la interdisciplinariedad y a la conformación de equipos multiprofesionales § Dominio de estrategias de comunicación multifuncional § Flexibilidad en los tiempos de intercambio § Previsión y dominio de contingencias diversas.
c) SABER SABER (objetos de estudio y dinámicas de transformación):
§ Incremento de su bagaje experiencial actualizado § Aporte personal y grupal al área de conocimiento y tecnologías de implementación § Control de la calidad y oportunidad de los marcos referenciales § Amplitud para la selección y producción de nuevos conocimientos.
d) SABER HACER (intervenciones con tecnofactos)
§ Dominio de herramientas que integran los entornos instructivos virtuales § Valoración de estrategias didácticas/mediáticas en el sistema instructivo § Confianza crítica a las producciones académicas que se presentan en la Web § Capacidad para producir innovaciones curriculares convenientes a la educación virtual.
¿Qué suscita en Uds. esta movilizadora sistematización ‘no exhaustiva’? Estimo que la respuesta a esta pregunta merecería -quizá- un Tweetchat. ¿No?
Sin
embargo del “saber ser” retengo la vocación
de perfeccionamiento constante y sostenido y la valoración de nuestras
competencias y limitaciones.
Hoy y aquí nos convoca
“evaluar”, cierro entonces con mi última pregunta:
¿Por qué #EvaluArteconTic?
Evaluar es "crear con
Arte" la mejor manera de brindar a nuestros alumnos una retroalimentación
coherente, auténtica y significativa. ¿Las TIC? Pues bien, las TIC son el
pincel para que el artista-docente pinte y dé forma a su obra de arte.
P/S: Ya que la
diana me despertó y para dejar de estar en vilo, me puse a leer y comparto con
Uds. algunos artículos que quizá les pueden parecer interesantes, es cierto
datan de 2019, sin embargo no dejan de aportar a los nóveles como yo.
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La red social en
la esfera educativo-académica. Por Verónica
Marín-Díaz* y Julio Cabero-Almenara