Esta primera reflexión, construida a
partir de una cascada de preguntas, es la materialización en palabras de una
etapa más de mi proceso de aprendizaje. Es quizá hoy, más que nunca, que mi escritura
intentará asumir plenamente su rol epistémico convirtiéndose en el espejo,
desde donde mirándome hacer, explicitaré y gestionaré mi aprendizaje.
Como comprenderán, este espejo todo lo refleja y
es así como observándome aprender, relaciono y observo en perspectiva: allí están
uds. Colegas de aventura y también asocio a mis estudiantes haciendo y
aprendiendo. En fin, un “yo” que unido a un “ellos” y a un “uds.” se convierte
en un “nosotros” otorgando independencia y autonomía personal, en la
flexibilidad de saberes integrados y compartidos.
¿Cómo se aprende? ¿Haciendo qué se aprende? ¿En qué contexto se
aprende? ¿Con quién se aprende? ¿Cuáles son nuestras fuentes de información que
sustentan nuestra lectura multimedial? Y
como si estas preguntas no fueran suficientes para desvelarnos debemos sumarle
algo esencial: ¿qué hago luego con toda esa información? ¿Cómo reflexiono
acerca de ella? ¿Cómo la modifico? ¿Con quién lo hago? ¿Cómo construyo y
alimento mi red personal de aprendizaje?
No les puedo engañar, la trilogía conceptual
de la Dra. Lidia Castañeda marcó un nuevo rumbo en este análisis: leer; reflexionar; compartir.
Comprendí que el PLE no es una herramienta más, ni un diseño que yo
pueda hacer de manera inconsciente y rápida, jugando con alguna herramienta
digital; comprendí que no sólo es “un conjunto de herramientas, fuentes de
información, conexiones y actividades que cada persona utiliza de forma asidua
para aprender.” (Adell y Castañeda 2010) sino que además de ser un constructo
teórico para sistematizar, es un enfoque estratégico para aprehender con mayor
eficacia el proceso de aprendizaje con las TICs.
Como todo enfoque innovador se
abre a nuevos desafíos y exige desarrollar nuevas competencias, incursionando en las pedagogías para los PLE como lo explica la Dra. Castañeda en este breve video:
“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo” nos dejó como legado Benjamín Franklin pues bien, decidí “involucrarme” y en mi próxima entrada les compartiré lo que estoy aprendiendo para no ahogarme en las corrientes de la información.
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