Indefectiblemente
la culminación de una etapa me invita a mirar el camino recorrido… Cual
conductor al volante, sin perder el norte, oso elevar la vista y miro por el
retrovisor. Ahí se dibujan en el horizonte del pasado, las huellas del camino
andado. Esas huellas se destacan pues están balizadas por 9 destinos muy
claros, 9 actividades: 9 hitos de una aventura pedagógica inolvidable por los
EAD.
¿Cómo accedí a esos destinos?
A algunos con mayores dificultades que a otros, pero a todos, con una
gran motivación y no menor curiosidad. En
mi auto, siempre hubo un mapa de ruta; un GPS que me permitía, con la dulce voz de mi tutora: Cecilia Rabier, “recalcular”
direcciones erradas tantas veces como necesario; mensajes colaborativos a tan
solo un whatsapp de distancia; herramientas digitales de avanzada; intercambios
fructuosos con mis compañeros de ruta vía Facebook. Encuentros fortuitos me
permitieron redescubrir al implacable Merli y a la astuta Nairobi. Y la
frutilla sobre la torta - ¿o debería decir: la “avellana”?- fue una Ardilla
Metereta que por metereta y ardilla supo ganarse la simpatía y beneplácito de
todos. El Gran Team encabezado por Marina Crabalowsky piloteaba cada curva y
cada km, desde todos los ángulos posibles, sin dejar tuerca suelta, haciéndonos
acelerar o desacelerar según el abismo de nuestra ignorancia o de nuestra
ansiedad.
Esto
comenzó siendo una aventura y terminó siendo el anuncio de un nuevo enfoque
sobre muchas realidades tanto personales como profesionales. Sinceramente
pienso que después de este viaje: no hay vuelta atrás… ya no haré lo mismo. Es
tanto lo que se nos ha mostrado y enseñado, con evidencias contundentes, que no
tomar nuevas rutas me parece necio e insoslayable.
Ahora
bien, si me he detenido aquí es porque -¡al fin!- llegué al HITO 9. De hecho,
no dejé de preguntarme por qué las Marinas se detuvieron en el 9 y no hicieron
10… Aunque mucho me temo no haber tenido el tiempo ni la energía para una
décima actividad; pues a decir verdad, esta última valió por 100.
Génesis de un final
Las horas avanzaban muy rápido y cada segundo valía oro. Entonces,
una sala de espera, un espacio vacío: ¡manos a la obra! Colores en mano y un
pedazo de papel, fue un puntapié inicial suficiente para poder empezar a pensar
en el ¿para qué?; el ¿qué? y el ¿cómo? de lo que sería mi objeto de aprendizaje. Como vestigio testimonial de lo que fue ese
principio comparto con Uds. mis ideas coloridas sobre un fondo de papel que se
negaba a ser llenado:
Tan
solo deseaba llegar hasta mi computadora para poder comenzar a organizar todo.
Soñaba con los árboles jerarquizados -al mejor estilo Marina Chrabalowski- y
plasmar en ellos algunas ideas que gritaban por salir a la luz. Esta cita de
García-Aveiro en Las unidades didácticas
II me persiguió hasta que lo intenté:
“La estructura o disposición de las
ideas, orden en que son presentadas y relaciones entre ellas, habrá de
mostrarse con una conveniente división y subdivisión de cada Unidad en cuantos
apartados, porciones o ideas fundamentales sean necesarios, debido a que los
estudiantes no suelen asimilar de una sola vez grandes cantidades de
información. La estructura lógica,
ordenada, con alto grado de continuidad y consistencia facilita un aprendizaje
eficaz.”
Continuidad y
consistencia; orden y articulación para un proceso eficaz de aprendizaje. ¿Lograría
hacerlo? Por lo menos comencé a intentarlo pues ya algunas pistas sobre mi objeto
de aprendizaje tenía; ahora venía la etapa de crear “la estructura lógica, ordenada, con alto grado de continuidad y
consistencia” Bueno, no sé si la mía tendría ese “alto grado de continuidad
y consistencia.” Como dijo un compañero de ruta: “Todo es perfectible”. Vengan, les muestro la macro-estructura en
progresión:
Luego, si
desplegábamos cada una de las ramas de este árbol, podíamos - a mi gran asombro
y no menos orgullo - observar:
Alto y fuerte resonó la consigna:
- - Primero: ¿para qué?
- - Segundo: ¿qué?
- - Tercero: ¿cómo?
Escaparse de esta trilogía dentro de la cual viví atrapada durante
unos días hubiera sido un suicidio digital.
Así que me puse a desandar caminos y remontar cuestas para refrescar
conceptos y definir estrategias. Algunos conceptos se impusieron ipso facto iluminando el camino y orientando
la llegada a buen puerto: objeto de
aprendizaje, diseño instruccional, guía didáctica, metodologías de aprendizaje,
Taxonomía de Bloom. Todo esto en un paquete precintado con tres elásticos
resistentes: planificación, orden lógico
y significativamente importante para el aprendizaje.
Y
seguí dibujando mi árbol:
No
sólo ya había un tronco con buenas raíces (Introducción a la Retórica Jurídica)
sino que mi árbol tenía ramas (sus cinco módulos) y cada módulo albergaba sus
retoños. Partiendo de lo sugerido por Marina, me permití agregar algunos otros,
dentro de Módulos, por ejemplo, el SOLUCIONARIO.
SOLUCIONARIO es mi concepto puente pues debía “solucionar”
mi actividad 9 y mi fuerza para cruzar ese puente de una ribera a otra sería el
pensamiento crítico. Si me preguntaran por qué elegí tal o cual tema y el para
qué lo hice y cómo lo hice, debo confesarles que a la base traté de aplicar lo
que nos enseña Patricia Hernández cuando afirma que:
“Un sujeto que posee pensamiento crítico: juzga, decide y
resuelve. Su importancia radica en que un pensador crítico puede explicar lo
que piensa y el proceso que realizó para llegar a ese pensamiento o juicio; y
aplicar sus razonamientos a ellos mismos para mejorar o sostener sus opiniones,
por lo que se convierten en autorregulables.” (Hernández Salazar, p., 2012: 28)
El proceso que realicé para llegar a definir el tema fue detectar
en primer lugar, temas-clave para los cuales aún no había imaginado la
aplicación de herramientas digitales. En segundo lugar pensar la articulación
de esos temas; en principio, hacia el interior del propio módulo y a
posteriori, en relación con las competencias y con los resultados esperados.
La evolución
de las competencias y las competencias en evolución
De pronto, me
detuve en pensar en las competencias. En las competencias genéricas y
transversales pero también en las digitales, en las competencias en información
y en las competencias lectoras en entornos digitales. Y quedé subsumida ante la
evolución de las competencias y las competencias en evolución, lo que pone de relieve
el constante dinamismo e interdisciplinariedad que rige en materia de
competencias.
Los expertos
afirman que “la diversidad de componentes que entran en juego en las tres
competencias analizadas lleva a pensar
que una formación integral solo es
posible desde el diálogo entre diferentes enfoques, perspectivas y metodologías,
suponiendo la cooperación de especialistas de distintas disciplinas, buscando
espacios de encuentro desde donde trabajar sobre estos temas.”
¡Sí, sí…
reflexionar es PLEnamente poderoso pero debía avanzar hacia un enfoque de
competencias!
¡Quería que trabajaran la voz, que descubrieran el potencial de su
propia voz; que se sintieran y que sintieran el latir de sus cuerdas vocales al
pronunciar cada sonido! Quiero que sientan
el placer de la palabra que nace de la reflexión, que se expresa con el
corazón y que se nutre con la intrínseca pasión del lenguaje verbal y no
verbal.
De más está decirles que trabajar la voz, dentro del marco del
desarrollo de las habilidades de oratoria, me pareció desafiante en EAD. ¿Para
qué? Para que el estudiante, -autónomo en su actuar, crítico en su pensar y
reflexivo en su decidir-, pueda a través de las actividades propuestas: perder
el temor a hablar en público (a través de producciones audio y teatralizaciones
filmadas); tome conciencia de la importancia de la voz y de los elementos que
la componen (ejercicios de voz; edupuzzle; videos) y potencien de esta manera,
sus habilidades en oratoria.
Así nació este modesto objeto de
aprendizaje que quedó plasmado en un eXelearning, herramienta que aunque
fácil al comienzo, devino luego algo hostil al momento de incorporarlo a la
plataforma MOODLE.
EXELEARNING… ¡Sí, a ti te hablo:escúchame!
Me desafiaste y jugaste con mi paciencia y me obligaste a llegar
al límite de mis fuerzas pero no
doblegaste ni mi voluntad ni mi deseo por terminar. Pretendí ensalzarte en
tus virtudes aprovechando todas tus fortalezas; sin embargo esto exacerbó mis debilidades
y tuvimos que mediar, te aliviané en tu
carga y me confiaste -a través de una compañera/ángel- tu secreto para
exportarte y compartirte con mis compañeros.
Una de tus virtudes eXelearning ha sido, además de tu potencial “learning”, la posibilidad que se generó de estrechar fuertes lazos de colaboración entre todos sin diferencias pues tanto tutores como colegas; docentes como responsables, estuvieron allí dando lo mejor de cada uno para ayudar a quien lo solicitara. ¿Llegaremos un día a ser tú y yo, buenos aliados? El tiempo nos lo dirá...
Colaboración y empatía
Termino, no sin antes dejar de destacar el trabajo particular de
todos los colegas, he intentado dar una mirada a todos y a cada uno de los
trabajos en los distintos grupos (como ciudadana del mundo, disfruté tanto de AlfabeTICzados
como de DocenTICs y mucho en Osaka) y me he detenido particularmente en algunos
de ellos por razones diversas. Aprendí mucho de lo publicado por Daniela Farré, Fabian Cremaschi,
Augusto Roggiero a quien comenté en el hilo de sus aportes.
Colegas deseo cerrar
esta etapa con aquello que fuera el comienzo prometedor. ¿Recuerdan cuáles eran
los resultados esperados para este curso de 9 hitos?
Permítanme
retomarlos a modo de conclusión. En la Guía Didáctica del curso las autoras
expresaban lo siguiente:
"Al finalizar
el curso esperamos que
- Se encuentren motivados/as para innovar y perfeccionar sus prácticas
docentes usando TIC.
- Hayan producido actividades para aplicar con sus estudiantes a
corto plazo.
- Hayan completado su portafolio de aprendizaje (blog)
- Hayan perfeccionado su entorno personal de aprendizaje (PLE)
digital.
- Hayan compartido sus producciones con la comunidad de aprendizaje
del curso.
- Hayan enriquecido sus colecciones de actividades digitales para
sus clases."
Y el subjuntivo del deseo de estos seis resultados esperados cedió su estilo y lugar, al indicativo de la realidad.
Y el subjuntivo del deseo de estos seis resultados esperados cedió su estilo y lugar, al indicativo de la realidad.
Estimad@s Tod@s,
podemos decir ¡MISIÓN CUMPLIDA y EXPECTATIVAS PLENAMENTE
COLMADAS !
Link drive eXelearning: https://sz5tv8ezssrh5d1nb0lvba-on.drv.tw/DEFINITIVO_/
Link Tutorial-Guía para mis estudiantes:
https://drive.google.com/open?id=16Oy6PyDAFRftIB7BAsBkjmDIVy5WMYx7
Link Tutorial-Guía para mis estudiantes:
https://drive.google.com/open?id=16Oy6PyDAFRftIB7BAsBkjmDIVy5WMYx7
Muchas gracias y hasta siempre